Estudio de caso – Detección de un estado intermedio de salud

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(El idioma original de este artículo es francés, las gráficas se muestran de capturas reales en el idioma original)

Desde hace algunas décadas, la prevalencia de las patologías relacionadas con el estilo de vida, como la diabetes, el cáncer o las enfermedades cardiovasculares, ha aumentado significativamente y representan una carga creciente para los diferentes sistemas de salud mundiales. A diferencia de las patologías infecciosas cuyo origen es un patógeno externo al cuerpo humano, las relacionadas con el estilo de vida tienen como causa un desajuste progresivo de las funciones fisiológicas corporales. Antes de ser perjudiciales, estas disfunciones son primero silenciosas, es decir, presentes pero asintomáticas, luego notables, es decir, presentan síntomas pero no son perjudiciales, antes de potencialmente volverse patológicas. En consecuencia, los individuos que presentan estas disfunciones silenciosas y/o notables se caracterizan por un estado denominado estado intermedio de salud, que los coloca en una fragilidad importante. Dado este contexto, es pertinente detectar estos estados y luego regularlos mediante una modificación del estilo de vida, para evitar la aparición de patologías crónicas a medio o largo plazo. La bioimpedancia constituye una herramienta de interés para ello y en este estudio de caso, mostraremos los diferentes parámetros que pueden ser utilizados para detectar un estado intermedio de salud.

SexoMujer
Edad58 años
Talla165 cm
Peso64,4 kg
IMC22,55 kg/m2
PatologíasNinguna
SíntomasRinitis crónica, mala calidad del sueño y dolores articulares
ObservacionesRealiza actividad física regular (danza, estiramientos, ciclismo), alimentación rica en verduras pero pobre en proteínas

Análisis rápido

El análisis rápido muestra que, en el momento de la medición, esta mujer presentaba una hidratación, masa muscular y masa ósea dentro de las normas de salud, con un ligero exceso de masa grasa, 7% superior a estas normas. Estos datos sugieren que tiene una composición corporal normal para su edad.

Si nos fijamos en el ángulo de fase y el índice de impedancia (IR), que están relacionados con el estado de salud general y el estado inflamatorio respectivamente, sus valores medidos no están asociados con un estado de salud óptimo. De hecho, para una mujer de esta edad, un ángulo de fase normal es superior a 5,96°, lo que indica que se encuentra en un estado de salud con disfunciones fisiológicas silenciosas. Además, un IR por encima de 0,82 para una mujer significa un estado proinflamatorio sistémico, que es el caso de esta persona como lo muestra el valor de IR cercano al umbral.

Masa Muscular Esquelética Apendicular, Contenido Mineral Óseo y Masa Seca Sin Grasa

Para detectar un estado intermedio de salud, es útil controlar la masa muscular esquelética apendicular, es decir, los músculos de las extremidades, ya que esto puede ser representativo de la capacidad del individuo para moverse y realizar las actividades diarias. En el caso de esta mujer, podemos ver que tiene una masa muscular esquelética apendicular dentro del rango de referencia de salud, pero está en el extremo inferior del rango normal. Este resultado puede parecer sorprendente considerando que esta persona realiza una actividad física significativa, pero también es necesario considerar el tipo de actividad física. En este caso específico, no son actividades que estimulen particularmente el músculo esquelético para una posible hipertrofia. Además, su ingesta de proteínas parece insuficiente para permitir el desarrollo o incluso el mantenimiento de la masa muscular, y considerando su edad, está en alto riesgo de sarcopenia durante el envejecimiento.

También es útil controlar el contenido mineral óseo para evaluar la mineralización del esqueleto y así detectar una posible osteopenia o si es suficiente para compensar eventos fisiológicos que pueden llevar a la desmineralización, es decir, si el individuo tiene una “reserva” adecuada. Aquí, también podemos observar que esta mujer tiene un contenido mineral óseo en el límite inferior del rango de referencia de salud, lo que sugiere que podría estar en riesgo significativo de osteopenia en el futuro.

Dado que estos dos tejidos están hidratados, sus valores ligeramente bajos también pueden explicarse por la ligera deshidratación de esta persona (-700 mL). En este caso, es importante controlar la masa seca sin grasa, ya que está compuesta únicamente por las proteínas y minerales contenidos en el cuerpo humano, principalmente en los músculos y huesos. Podemos observar que la masa seca sin grasa de esta mujer también está ligeramente por encima del límite inferior del rango de referencia de salud, lo que indica que tiene una cantidad satisfactoria de proteínas y minerales para su edad, pero que podría no ser suficiente para compensar posibles desequilibrios patológicos rápidos.

Masa Grasa

Una parte de las patologías relacionadas con el estilo de vida es causada por un exceso importante de masa grasa, como la diabetes, los síndromes metabólicos o las enfermedades cardiovasculares, por lo que es interesante controlar este parámetro para evaluar si puede constituir un riesgo a medio o largo plazo. En este caso, el porcentaje de masa grasa de esta mujer es ligeramente superior a la referencia de salud, lo cual se confirma por una diferencia de 1,22 kg por encima de ésta. Considerando la actividad física de esta paciente y su alimentación, que está compuesta principalmente por verduras, no parece tener un estilo de vida que favorezca un aumento de la masa grasa, por lo que su excedente no constituiría un problema.

Conclusión

Como muestra este estudio de caso, aunque la composición corporal de esta persona parece normal a primera vista, un análisis más profundo de los resultados muestra que se encuentra en un estado intermedio de salud. De hecho, los valores del ángulo de fase y del IR indican un estado proinflamatorio sistémico y un estado de vulnerabilidad para esta persona. Además, su masa muscular esquelética apendicular y su contenido mineral óseo están muy cerca del límite inferior de los valores de salud, lo que la hace más vulnerable a cambios patológicos en estos compartimentos.

Para prevenir estos cambios, sería beneficioso que esta persona ganara masa muscular y masa ósea mediante una actividad física y una alimentación adecuadas, lo que ayudaría a reducir su estado proinflamatorio.

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