(El idioma original de este artículo es francés, las gráficas se muestran de capturas reales en el idioma original)
Numerosas investigaciones recientes han evidenciado que el cáncer puede estar asociado con la aparición de una caquexia, la cual se caracteriza por una disminución patológica de la masa muscular esquelética y de la masa grasa¹. Además de las consecuencias sobre la calidad de vida, la caquexia también es responsable de una drástica disminución de las probabilidades de supervivencia de los pacientes², por lo que es necesario poder prevenir y detectar su aparición lo antes posible. Las causas de la caquexia son múltiples e incluyen, entre otras, mecanismos fisiopatológicos cancerosos, los efectos secundarios de los tratamientos, en particular la quimioterapia, y/o una disminución del aporte nutricional. En este contexto, es primordial que los pacientes con cáncer tengan un manejo nutricional adecuado para 1) evitar la aparición de una caquexia, 2) mejorar la calidad del tratamiento y 3) mantener la calidad de vida. En este estudio de caso, presentaremos el manejo nutricional de una mujer durante su cáncer de mama y cómo se puede utilizar la bioimpedanciometría para realizar este seguimiento.
Sexo | Femenino |
Edad | 54 años |
Talla | 164 cm |
Peso | 68 kg |
IMC | 28,67 kg/m2 |
Patologías | Cáncer de mama |
Observaciones | Estilo de vida desequilibrado, pero sin antecedentes médicos |
Análisis rápido – Primera visita (Enero 2022)
La primera visita de esta paciente al médico nutricionista se realizó en el momento del diagnóstico de su cáncer de mama. Su análisis rápido muestra un exceso de masa grasa de 6,71 kg asociado a una masa muscular superior en 2,59 kg a las referencias de salud y una ligera deshidratación de 1,16 L al momento de la medición. Los índices de carga muscular y de carga total sugieren una buena capacidad del sistema musculoesquelético para soportar el exceso de masa corporal, especialmente durante el ejercicio.
Aunque los valores del ángulo de fase y la relación de impedancia están dentro de los valores normales, permanecen cercanos a los umbrales de 6,12 para el ángulo de fase y de 0,82, lo que sugiere un estado inflamatorio y prooxidante moderado asociado al cáncer.
Masa sin grasa, masa muscular esquelética y masa seca sin grasa
La caquexia se considera una forma de desnutrición asociada al cáncer, por lo que es importante controlar los parámetros asociados a la desnutrición, que son la masa sin grasa, la masa seca sin grasa y la masa muscular esquelética, para verificar si son suficientes al inicio del tratamiento para compensar una posible caquexia. En el caso de esta paciente, estos tres parámetros son superiores a las referencias de salud. De hecho, podemos observar que el índice de masa sin grasa (FFMI) es igual a 18,01 kg/m², muy por encima del límite de 15 kg/m², y que la masa muscular esquelética es superior en 2,59 kg con respecto a la referencia de salud. Estos datos sugieren que la paciente posee una cantidad suficiente de masa sin grasa y masa muscular esquelética para 1) compensar una disminución patológica asociada a la aparición de una caquexia y 2) practicar una actividad física sin demasiadas limitaciones fisiológicas. Esta observación se refuerza por el valor de la masa seca sin grasa, superior en 330 g con respecto a la referencia, lo que confirma una cantidad importante de proteínas y minerales en esta paciente, teniendo en cuenta su estilo de vida.
Masa grasa
Como se mostró en el análisis rápido, la paciente presenta una masa grasa superior a la referencia en 6,71 kg, lo que corresponde a un porcentaje de masa grasa aproximadamente un 9% más alto en comparación con la referencia. A la vista de este resultado y de su IMC, esta paciente tiene un sobrepeso significativo, cercano a la obesidad, lo que se explica por su estilo de vida desequilibrado.
Hidratación y equilibrio sin grasa
Considerando el alto porcentaje de masa grasa de esta paciente, es más pertinente utilizar las medidas de hidratación sin grasa para limitar los efectos del exceso de masa grasa en la medición de la hidratación. De hecho, la modelización en forma de compartimentos corporales divide el cuerpo en masa grasa, que contiene únicamente los lípidos del tejido adiposo, y la masa sin grasa, compuesta por toda el agua corporal, las proteínas y los minerales. Así, el agua del tejido adiposo se incluye en el agua total, la hidratación de la masa sin grasa y en el equilibrio hídrico total. El tejido adiposo tiene una tasa de hidratación de aproximadamente el 15%, con una distribución del agua del 20% intracelular y del 80% extracelular. La principal consecuencia de estas diferencias es que un exceso de tejido adiposo puede enmascarar artificialmente una deshidratación y/o un desequilibrio hídrico de la masa sin grasa. Además, los intercambios y la regulación hídrica se realizan esencialmente a nivel de la masa sin grasa, por lo que estas dos medidas tienen el objetivo de estudiar precisamente los movimientos de agua dentro de este compartimento, en el cual se encuentran los órganos que aseguran el funcionamiento normal del cuerpo.
En el caso de esta paciente, podemos observar que está deshidratada (-1,16 L), pero que la hidratación intracelular se mantiene y que la deshidratación es extracelular.
Contenido mineral óseo
En este contexto, también es interesante controlar la masa ósea, ya que una desmineralización del esqueleto puede ocurrir debido al estado proinflamatorio y prooxidante inducido por el cáncer y/o por la quimioterapia y/o por una disminución de la ingesta alimentaria diaria.
En este caso, la paciente presenta una masa ósea superior a la referencia de salud en 160 g, lo que significa que puede compensar la aparición de una caquexia y mantener un contenido mineral óseo suficiente.
Manejo
Antes de su primera visita, la paciente presentaba un estilo de vida desequilibrado que podría agravar su estado patológico durante el tratamiento. Por lo tanto, se le propuso un manejo secundario centrado en mejorar su estilo de vida. Más específicamente, la paciente ha:
- adoptado una alimentación mediterránea asociada con la eliminación de alimentos que contienen azúcares simples/rápidos.comenzado y mantenido una actividad física regular.seguido sesiones de hipnosis en paralelo con su quimioterapia y posteriormente con su radioterapia.
- comenzado y mantenido una actividad física regular.
- seguido sesiones de hipnosis en paralelo con su quimioterapia y posteriormente con su radioterapia.
El objetivo de este manejo era proporcionar un entorno fisiológico saludable para 1) limitar las consecuencias fisiopatológicas del cáncer, 2) favorecer los efectos terapéuticos de los tratamientos y 3) limitar sus efectos secundarios.
Análisis rápido – Última visita (Septiembre 2023)
La última visita de esta paciente se realizó justo después de que su cáncer entrara en remisión. Durante estos dos años, la paciente perdió 7,2 kg de masa corporal y el análisis rápido sugiere que perdió principalmente masa grasa y ganó masa muscular con una mejor hidratación.
Además, el ángulo de fase aumentó 0,6 grados, pasando de 6,2 a 6,8°, y la relación de impedancia disminuyó 0,02, pasando de 0,81 a 0,79, lo que indica que la paciente tiene una menor inflamación sistémica y que el manejo permitió tanto limitar este fenómeno como mejorar su estado de salud tras la remisión de su cáncer.
Masa sin grasa, masa muscular esquelética y masa seca sin grasa
Para estos tres parámetros, podemos observar que la masa sin grasa varía poco (+80 g), con una ganancia de masa muscular de 700 g asociada a una disminución de 1 kg en la masa seca sin grasa, que incluye una pérdida de 1,13 kg de proteínas y una ganancia de 120 g de minerales. Puede parecer contradictorio observar un mantenimiento de la masa sin grasa y una ganancia de masa muscular esquelética asociada a una disminución de las proteínas en la masa seca sin grasa, pero esto puede explicarse por dos cosas:
- La masa sin grasa y la masa muscular esquelética tienen tasas de hidratación del 73% y 75%, respectivamente. Es posible que estos tejidos estén mejor hidratados, lo que se sugiere fuertemente por los resultados del análisis rápido. Estos resultados podrían explicarse por un mayor volumen de agua en estos dos tejidos.
- Fisiológicamente, el músculo esquelético adapta su masa en función del peso corporal para poder asegurar la locomoción y la postura. Por eso es posible observar masas musculares muy altas en personas con obesidad, aunque no sean activas: el exceso de masa corporal provoca un aumento de la tensión mecánica aplicada al músculo esquelético, estimulando la síntesis proteica a nivel muscular. La paciente ha perdido una masa corporal importante (≈ 8 kg), en su mayoría masa grasa, lo que disminuye la tensión mecánica aplicada y, por lo tanto, la estimulación de la síntesis proteica. Es normal que haya perdido masa proteica con el tiempo.
Sin embargo, es interesante notar que la diferencia teórica es de 620 g, en comparación con 330 g en la primera visita, lo que sugiere que la paciente posee una masa seca sin grasa más alta en relación con su peso, y por lo tanto una mejora en su composición corporal.
Masa grasa
Entre las dos mediciones, la paciente ha perdido 7,30 kg de masa grasa, lo que representa una disminución del 6,87% en el porcentaje de masa grasa. Este resultado muestra que el manejo centrado en el estilo de vida provocó una pérdida significativa de masa grasa en la paciente, confirmando así la mejora en su composición corporal.
Hidratación y equilibrio sin grasa
Comparado con la primera medición, podemos observar una mejora en el nivel de hidratación de la paciente con un ligero exceso de agua de 180 mL. Sin embargo, presenta un importante desequilibrio hídrico con una sobrehidratación intracelular asociada a una deshidratación extracelular. Esto indica un entorno fisiológico que favorece la retención de agua intracelular, e.g., una dieta baja en sal, y parece necesario ajustar esta situación.
Contenido mineral óseo
Entre las dos mediciones, el contenido mineral óseo de la paciente aumentó 100 g en 2 años, lo cual es un incremento significativo considerando el estado de salud y la edad de la paciente. Este aumento se debe tanto a la mejora en la dieta como a la realización de una actividad física más intensa.
Conclusión
Los diferentes datos obtenidos muestran una mejora en el estado de salud general durante el manejo, caracterizada por una mejora en el ángulo de fase y la relación de impedancia, un mantenimiento de la masa sin grasa, una mejor hidratación y una pérdida de masa grasa. Considerando que estos resultados se obtuvieron en el contexto de un cáncer de mama, y que se evitó la aparición de una caquexia, confirman el interés de un manejo nutricional adecuado en patologías crónicas.
Referencias
- Fearon K, Arends J, Baracos V. Understanding the mechanisms and treatment options in cancer cachexia. Nat Rev Clin Oncol. févr 2013;10(2):90‑9.
- Kurk SA, Peeters PHM, Dorresteijn B, de Jong PA, Jourdan M, Creemers GM, et al. Loss of skeletal muscle index and survival in patients with metastatic colorectal cancer: Secondary analysis of the phase 3 CAIRO3 trial. Cancer Med. 18 déc 2019;9(3):1033‑43.