Agonistas del GLP-1 en el Tratamiento de la Obesidad: Beneficios, Riesgos y el Papel de la Bioimpedancia

0
28
Gildardo Uribe Gil
ND- MgSC, Phd (c) en SP

La obesidad es una condición compleja que afecta a millones de personas en todo el mundo, con proyecciones de la OMS que indican que aproximadamente 4,000 millones de adultos vivirán con sobrepeso u obesidad en 2030. Además de los impactos metabólicos y cardiovasculares, el exceso de grasa corporal se asocia con múltiples comorbilidades que afectan la calidad de vida. En la búsqueda de soluciones terapéuticas eficaces, los agonistas del receptor de péptido similar al glucagón tipo 1 (GLP-1R) han demostrado ser una opción prometedora para el tratamiento de la obesidad, con efectos positivos en el control del peso y la regulación metabólica (Wang et al., 2023).

Aunque el uso de estos fármacos ha mostrado beneficios en la reducción del tejido graso, recientes investigaciones han señalado que también pueden afectar la masa muscular, lo que conlleva implicaciones clínicas importantes. La disminución de la masa muscular puede comprometer el metabolismo basal, la funcionalidad física y la regulación de la homeostasis energética, especialmente en poblaciones vulnerables como adultos mayores o personas con enfermedades metabólicas subyacentes (Celis-Morales et al., 2024). Debido a este impacto sobre la composición corporal, el monitoreo de la evolución de los pacientes con bioimpedancia eléctrica (BIA) se ha convertido en una herramienta fundamental para evaluar la calidad de la pérdida de peso y optimizar los procesos de intervención terapéutica (Roca-Rodríguez et al., 2017).

Los agonistas del GLP-1, como liraglutida y semaglutida, actúan sobre el sistema nervioso central regulando el apetito y prolongando la sensación de saciedad, lo que contribuye a la reducción en la ingesta calórica. Adicionalmente, estos fármacos modulan la secreción de insulina y disminuyen la producción de glucagón, lo que favorece la homeostasis de la glucosa y un mejor equilibrio energético (Drucker, 2018). Estudios recientes han mostrado que los pacientes tratados con agonistas del GLP-1 pueden experimentar una significativa reducción de la masa grasa, acompañada de una mejora en la sensibilidad a la insulina y en otros parámetros metabólicos. Sin embargo, también se ha reportado que la pérdida de peso incluye una disminución concomitante en la masa muscular, lo que plantea desafíos para el mantenimiento de la salud a largo plazo (Evans & Cummings, 2024).

La pérdida muscular asociada al uso de agonistas del GLP-1 puede atribuirse a múltiples factores. En primer lugar, la reducción drástica de la ingesta calórica puede resultar en un déficit energético prolongado, limitando la disponibilidad de proteínas esenciales para la síntesis muscular. Además, se ha sugerido que estos fármacos pueden influir en la secreción de hormonas anabólicas, afectando la preservación del tejido magro. La disminución de la actividad física debido a la reducción del apetito y cambios en la percepción de energía también pueden contribuir a este proceso. Adicionalmente, algunos estudios han reportado alteraciones en la distribución hídrica, con modificaciones en el equilibrio entre agua intracelular y extracelular, lo que podría afectar la calidad estructural del músculo (Hong, 2019; Uchiyama, 2023).

Desde el punto de vista clínico, la reducción de la masa muscular inducida por estos fármacos puede generar consecuencias significativas. Un metabolismo basal disminuido puede afectar la capacidad del organismo para mantener la homeostasis energética, mientras que una reducción en la funcionalidad física aumenta el riesgo de fragilidad y disminución de la movilidad. También existe un riesgo elevado de desarrollar obesidad sarcopénica, particularmente en pacientes mayores y con alteraciones metabólicas preexistentes. Por ello, es fundamental que los tratamientos con GLP-1 se complementen con estrategias nutricionales adecuadas y un programa estructurado de ejercicio para preservar la masa muscular y garantizar una composición corporal saludable (Wilding, 2021).

Dado que la pérdida de peso inducida por estos agonistas afecta tanto el tejido graso como el muscular, la bioimpedancia eléctrica (BIA) emerge como una herramienta clave para el monitoreo de los pacientes. Esta tecnología permite una evaluación precisa de la composición corporal, proporcionando datos específicos sobre la distribución de la masa magra, el tejido adiposo y la hidratación. Además, la BIA aporta información sobre biomarcadores eléctricos como el Ángulo de Fase (AF), un indicador fundamental de la calidad celular y del estado metabólico del paciente (Whyte et al., 2019).

El uso de dispositivos como Aminogram permite un seguimiento detallado de los efectos del GLP-1 sobre la composición corporal, ayudando a establecer si la pérdida de peso ocurre de manera saludable. La medición de la masa grasa es clave para evaluar la efectividad del tratamiento, mientras que el análisis de la masa muscular apendicular y el índice ASMI ayuda a identificar alteraciones en la funcionalidad física y el riesgo de sarcopenia. La masa celular activa es un parámetro esencial para monitorear los cambios en el metabolismo basal, la regulación hídrica intracelular y la pérdida de potasio, lo que impacta la funcionalidad muscular. Asimismo, el equilibrio entre agua extracelular e intracelular puede reflejar alteraciones en la hidratación celular, proporcionando datos cruciales para ajustes terapéuticos. El ángulo de fase ha demostrado ser un biomarcador valioso para la evaluación del estado de salud y nutrición, mientras que el radio de impedancia (Z200/Z5) es útil para el análisis de integridad celular, inflamación y regulación hídrica. Estos parámetros permiten establecer estrategias de intervención basadas en datos objetivos, asegurando que la reducción de peso con GLP-1 sea efectiva y no comprometa la calidad de la masa muscular (González-Ortiz et al., 2011).

Conclusiones

Los agonistas del GLP-1 han cambiado el paradigma del tratamiento de la obesidad al proporcionar una alternativa farmacológica efectiva para la reducción de peso. Sin embargo, su aplicación requiere una evaluación cuidadosa para garantizar la preservación de la masa muscular y la funcionalidad metabólica del paciente.

El monitoreo con herramientas avanzadas como la bioimpedancia, junto con estrategias nutricionales y actividad física adecuada, permite optimizar la intervención terapéutica y garantizar resultados sostenibles en la gestión de la obesidad a largo plazo.

Referencias

  1. Celis-Morales, C., Guerrero-Wyss, M., & Carrasco, F. (2024). Efecto de los fármacos análogos de GLP-1 en la pérdida de masa muscular en pacientes con obesidad. Revista Médica de Chile, 152(8), 932-945.
  2. Drucker, D. J. (2018). Mechanisms of action and therapeutic application of glucagon-like peptide-1. Cell Metabolism, 27(4), 740-756.
    Evans, W. J., & Cummings, S. (2024). Weight Loss–Induced Muscle Mass Loss. JAMA, 332(16), 1394.
  3. González-Ortiz, M., Martínez-Abundis, E., Robles-Cervantes, J. A., & Ramos-Zavala, M. G. (2011). Effect of exenatide on fat deposition and a metabolic profile in patients with metabolic syndrome. Metabolic Syndrome and Related Disorders, 9(1), 31-34.
  4. Hong, S. (2019). The impact of GLP-1 receptor agonists on muscle mass in obesity treatment. Obesity Reviews, 20(5), 805-815.
  5. Nauck, M. A. (2004). Glucagon-like peptide 1 (GLP-1): a potent gut hormone with a possible therapeutic perspective. Acta Diabetologica, 35(2), 117-129.
    Roca-Rodríguez, M. M., Muros de Fuentes, M. T., Piédrola-Maroto, G.,
  6. Quesada-Charneco, M., & Tinahones, F. J. (2017). Lixisenatida en pacientes con diabetes tipo 2 y obesidad: más allá del control glucémico. Atención Primaria, 49(4), 294-299.
  7. Uchiyama, T. (2023). GLP-1 receptor agonists and sarcopenia: A review of current evidence. Journal of Endocrinology, 238(3), 567-580.
    Wang, J.-Y. et al. (2023). GLP-1 receptor agonists for the treatment of obesity: Role as a promising approach. Frontiers in Endocrinology, 14, 1085799.
  8. Whyte, M. B. et al. (2019). Lixisenatide reduces chylomicron triacylglycerol by increased clearance. Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, 104(2), 359-368.
  9. Wilding, J. P. H. (2021). GLP-1 receptor agonists and muscle preservation in obesity treatment. Diabetes, Obesity and Metabolism, 23(7), 116-124

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí